Una impresionante tormenta eléctrica descargó en la noche de ayer miles de rayos en Palma, la mayoría de ellos sobre el mar. Foto: DAVID VILA

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Palma, Calvià, Santa Margalida, Binissalem, Marratxí y Puigpunyent, entre otras localidades de la Isla, vivieron ayer una madrugada de rayos. Y de lluvia intensa, que en el caso de El Toro obligó a cerrar la carretera que comunica con Son Ferrer y anegó algunas casas. Si el martes la consecuencia más dramática de la lluvia fue la muerte en Alaró de una mujer de 83 arrastrada por el agua, ya de madrugada la situación no mejoró. Una tormenta eléctrica iluminó la capital balear entre la una y la una y media, acompañada de potentes truenos y lluvia intensa. Los servicios de emergencia, coordinados por el 112, multiplicaron las salidas para achicar agua o despejar alcantarillas. Fue, en definitiva, una noche de perros. Por la mañana, Alaró se recuperaba de los efectos causados por la tromba de agua que cayó el martes por la tarde. Así, el barro estaba presente en un gran número de calles del municipio y muchos vecinos continuaban limpiando sus viviendas y retirando muebles y objetos dañados por la lluvia.

Efectivos del Institut Balear de la Natura (Ibanat) estuvieron trabajando hasta la madrugada en el colegio público para retirar el barro que inundó el patio, ya que ayer por la mañana comenzaban las clases. La directora del centro destacó ayer por la mañana la labor realizada por los operarios, tanto del Ibanat como de la Direcció General d'Emergències, para que todo estuviese a punto. El director general de Recursos Hídrics de la Conselleria de Medi Ambient, Joan Crespí, se desplazó ayer al municipio para conocer de primera mano los daños. Crespí explicó que se realizarán obras en el Torrent de na Marranxa para evitar nuevos desbordamientos como el de anteayer. También indicó que se ampliará el puente sobre el torrente entre la escoleta y la escuela.

Respecto a las calles más afectadas por las lluvias -Ponterró, Solleric y Sant Roc, entre otras-, Crespí señaló que tienen problemas de pluviales y el Ajuntament tendrá que elaborar un proyecto, con ayuda de los técnicos de la Conselleria si es preciso, y se estudiarán fórmulas de financiación. La muerte de María Fiol, arrastrada por la tromba de agua en la calle Solleric, seguía siendo uno de los principales temas de conversación entre los vecinos, muchos de ellos conmocionados por la tragedia.