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JAVIER JIMÉNEZ
En la casa de Katherine y Messerer no había desorden o indicios de que se hubiera producido un robo. Sin embargo, esta circunstancia se podría explicar si el supuesto ladrón que mató a la mujer alemana no hubiera llegado a entrar en el chalet. El asesino le colocó la pistola muy cerca del pecho y luego disparó a bocajarro, matándola al instante. Durante toda la tarde la policía rastreó la urbanización de Cala Murada y buscó en zonas de matorrales por si el arma homicida había sido arrojada en alguno de aquellos parajes. Sin embargo, no apareció. Lo que sí se sabe es que se trata de una pistola de de calibre pequeño. El juez de guardia de Manacor se desplazó a la calle Catalunya y siguió muy de cerca la inspección ocular. El chalet de la pareja germana fue registrado habitación por habitación y también en el jardín. Un regidor del ayuntamiento se acercó al cordón policial y le preguntó a un agente por lo ocurrido, pero no obtuvo información.