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La Policía Judicial de la Guardia Civil está investigando los supuestos abusos sexuales a un bebé de 18 meses en un pueblo de la zona norte de Mallorca. El padre de la pequeña ha sido detenido, pero asegura que es inocente. Un juzgado de Inca ha abierto diligencias y la niña ha sido examinada en Son Dureta y por un forense.

La pareja está separada y la madre tiene la custodia. El convenio establece que el padre puede tenerla algunos días y la denuncia se interpuso después de que el progenitor devolviera al bebé a la madre. La mujer notó que se quejaba continuamente de sus genitales y ante el temor de que le hubiera ocurrido algo decidió trasladarla al PAC de Alcúdia, donde la sometieron a una inspección ginecológica. Allí no pudieron descartar que la criatura hubiera sido víctima de abusos y entonces entró en escena la Guardia Civil, que abrió una investigación para esclarecer lo ocurrido. El bebé fue trasladado a Son Dureta, donde le efectuaron una revisión más completa que tampoco pudo determinar con exactitud si se había ejercido sobre ella algún tipo de violencia de carácter sexual.

Los agentes de la Policía Judicial se entrevistaron con la madre, que les explicó que la niña estaba en perfecto estado cuando se la entregó a su ex compañero y que a la vuelta tenía dolores en sus partes íntimas. El Juzgado de Instrucción Número 4 de Inca fue informado de la denuncia y del estado de las pesquisas y el lunes fue arrestado el padre de la niña, según confirmaron ayer en fuentes judiciales. El hombre, que carece de antecedentes policiales, negó de forma categórica que hubiera puesto una mano encima a la pequeña y atribuyó a una venganza de la madre la denuncia por supuestos abusos sexuales.

Explicó paso por paso lo que había hecho en compañía de su hija, el día que la tuvo a su cargo, y reiteró que era una injusticia atribuirle aquellos cargos, totalmente infundados. Las mismas fuentes añadieron que el bebé, además de ser examinado en el PAC y en Son Dureta, también fue sometido a una inspección por el forense del juzgado de Inca, aunque las conclusiones médicas no han trascendido. En cualquier caso se ha descartado que existiera desgarros o fisuras graves.

El progenitor declaró ayer ante el juez e insistió en su declaración efectuada ante la Guardia Civil. Es decir, reiteró su inocencia. En los próximos días está previsto que los médicos que atendieron a la niña presten también declaración en el Juzgado Número 4 de Inca, para detallar cuál es su impresión facultativa sobre el estado de la niña. Con todos los informes en su poder el magistrado del caso deberá adoptar una resolución.