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E.L.V.
La estrecha colaboración entre las Policías Locales de Sant Llorenç, Son Servera y la Guardia Civil de Artà fueron claves para detener a una familia de etnia gitana que cometió dos robos en supermercados de la zona y se dio a la fuga en un coche robado.

El primero de los robos tuvo lugar en Cala Bona, alrededor de las 17.30 horas de ayer. Allí, los ladrones robaron ropa y diferentes botellas de licor. Luego forzaron un Seat Ibiza y huyeron en dirección Cala Millor.

La policía local de Son Servera se puso en contacto con sus colegas de Sant Llorenç, y ambos cuerpos llevaron a cabo una batida por la zona sin resultados.

Sin embargo, alrededor de las 21.00 horas una patrulla de Sant Llorenç encontraría el vehículo gracias a la llamada de un vigilante jurado. El guardia de seguridad avisó a la policía para advertir de que había atrapado a un hombre que salía del establecimiento con botellas de alcohol por valor de unos 500 euros, que había intentado esconder en un cochecito de bebé. Al pedirle el DNI, llegaron dos chicas con un niño pequeño y le mostraron el carnet del detenido.

La Guardia Civil se desplazó al lugar y, con la colaboración de los agentes, hallaron todo el género robado en el interior del coche. El caso pasó a la Guardia Civil, que puso a disposición judicial a los detenidos.