El coche chocó contra un árbol y el conductor fue detenido por agentes de la Unitat Nocturna de la Policía Local, al dar positivo en el consumo de alcohol. Foto: DANI

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JAVIER JIMÉNEZ
A las tres y media de la madrugada el Renault Megane matrícula M-1949-YK en el que viajaban padre e hijo salió de la rotonda del cementerio y enfiló la calle Uruguay, en dirección a la calle General Riera. Se trata de un tramo ligeramente curva y muy cerca del campo de la Antoniana el conductor, de 43 años, perdió el control. Se subió a la acera por el margen derecho, colisionó con violencia contra un árbol y quedó girado sobre sí mismo, de nuevo sobre la carretera. El piloto quedó aturdido, con lesiones leves.

Antonio Bonet Joan, su padre, no tuvo tanta suerte. Salió despedido del interior del turismo y su cuerpo se estrelló contra el asfalto. Cuando una dotación Unidad Nocturna de la Policía Local llegó hasta aquel punto el hombre, de 73 años, ya agonizaba. Los agentes, sin perder un segundo, iniciaron las tareas de reanimación, que continuó el personal médico de una ambulancia que llegó al poco tiempo.

El hijo no presenció la escena porque ya había sido trasladado a Son Dureta, donde se comprobó que presentaba una tasa de alcohol en el cuerpo tres veces superior a la permitida. Antonio Bonet no superó las gravísimas lesiones internas y falleció en la calle Uruguay. Curiosamente el turismo sufrió el impacto contra el árbol en la parte izquierda, la del piloto, y la víctima mortal iba sentado en el otro asiento. Sin embargo, no portaba el cinturón de seguridad y salió propulsado, al parecer por la puerta del maletero que se abrió tras el golpe.