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En menos de un mes se han sucedido dos casos similares de malos tratos a madres en Llucmajor y Campos. Del primero ya informamos que una mujer había denunciado a la Policía Local que su hijo, menor de edad, había convertido su vida en un infierno. Ahora ha trascendido que el sábado la Guardia Civil detuvo a otro joven, en la segunda localidad, por agredir a su madre, que no quería darle dinero para comprar droga.

El cocainónamo no tiene antecedentes policiales, pero su adicción provocó una seria fractura familiar. Las relaciones con su madre eran muy tensas, ya que necesitaba droga casi a diario, y él no podía costeársela. El viernes por la tarde la situación degeneró por completo. Madre e hijo estaban en su casa de Campos y comenzó una discusión entre ellos, algo ya tristemente habitual. El muchacho estaba fuera de sí, histérico, y zarandeó a la mujer. Luego la amenazó y como no conseguía que ella le entregara dinero la golpeó en repetidas ocasiones. Luego se hizo con una cantidad indeterminada de dinero y salió precipitadamente de la casa. La víctima quedó conmocionada por la violencia ejercida contra ella y cuando se recuperó pidió ayuda en el cuartel de la Benemérita. Fue trasladada a un centro médico próximo, donde le practicaron las primeras curas y comprobaron que las lesiones no revestían excesiva gravedad.

De forma paralela, los investigadores comenzaron a montar guardia junto a la casa de la señora, ante la certeza de que el cocainómano iba a volver, tarde o temprano. Los agentes se apostaron discretamente, para no levantar sospechas, y horas después, de madrugada, el dispositivo dio sus frutos. El drogodependiente regresó al inmueble, ajeno a todo. Antes de que pudiera reaccionar fue reducido y trasladado a las dependencias policiales. Un juzgado de Manacor fue informado del caso de maltrato filial y se estudió la posibilidad de decretar una orden de alejamiento del joven a la madre, para evitar futuras agresiones.