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Agentes del Cuerpo Nacional de Policía (CNP) han vuelto a detener a dos marroquíes, que responden por Hemmi Y., de 25 años y Alí T., de 29, alias (Alex), acusados de asaltar dos chalets, ubicados en s'Arenal y en la urbanización Tolleric de Llucmajor, y torturar a sus propietarios. Los dos sospechosos ya fueron arrestados por tales delitos en junio del año pasado. Sin embargo, las pruebas aportadas no fueron lo suficientemente concluyentes y el juez los dejó en libertad con cargos. Ahora, después de múltiples gestiones e investigaciones, realizadas por el Grupo de Atracos, se les ha logrado imputar dos delitos de atraco, y otros por allanamiento de morada y agresiones múltiples.

Según la investigación policial, ambos detenidos, en unión de otras dos personas que están siendo buscadas, el día 15 de diciembre de 2003, sobre las 19.30 horas consiguieron mediante engaño penetrar en un chalet de la calle Parcel.les de s'Arenal. Una vez dentro maniataron a la moradora con bridas y le colocaron una mordaza en la boca para que no gritara. Minutos después, llegó a la vivienda el marido, quien, en un primer momento, no observó nada extraño. Segundos después este hombre fue abordado y golpeado con una porra metálica por los intrusos, que portaban pasamontañas. Los ladrones lograron apoderarse de 320.000 euros en metálico del interior de la caja fuerte, así como cheques, talones bancarios y dólares. A continuación emprendieron la huida.

También se les imputa otro atraco cometido el 29 de octubre del mismo año. Los mismos individuos invadieron otro chalet en la urbanización Tolleric. Cuando la moradora abrió la puerta se encontró con varios encapuchados que la rociaron con un spray, la golpearon, arrojaron al suelo y maniataron. Uno de ellos desnudó a la mujer, le realizó tocamientos e intentó forzarla sexualmente. Los atracadores abrieron la caja fuerte y se llevaron 53.630 euros, joyas y objetos de valor.

Se da la circunstancia de que la mujer que realizaba labores de limpieza en ambos chalets es familiar allegada de los sospechosos. Por ello, los agentes creen que fue ella quien informó a los delincuentes de las características de las viviendas y el lugar de la casa donde estaban las cajas fuertes.