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La Audiencia Provincial acogió ayer la segunda jornada contra dos 'correos' y tres supuestos miembros de un clan gitano del Prat de Llobregat, acusados de introducir seis kilos de cocaína en Mallorca desde Barcelona. Los acusados contaron el apoyo de una treintena de familiares de etnia gitana que vinieron expresamente desde Barcelona, aunque finalmente no les fue permitido el acceso a la sala de vistas.

La noticia del día fue el duro interrogatorio a un inspector de policía por parte de varios de los letrados de la defensa, que llegaron incluso a acusarle de «faltar a la verdad» por darle dos respuestas «totalmente diferentes a la misma pregunta». El interrogatorio, que se prolongó durante más de dos horas, tuvo algunos momentos de tensión e incluso la presidenta del tribunal, Margarita Beltrán, retiró varias preguntas al considerarlas «impertinentes y capciosas».

En el juicio también salieron a la luz varios detalles del modo de funcionamiento de los clanes que utilizan 'correos' para meter la droga en Mallorca. De este modo, ayer se pudo saber que hubo diferencias entre los miembros de este clan, puesto que otra familia les «robaba» los 'correos', creándoles serios problemas de transporte y distribución en la Isla.