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Fue el mejor regalo de Navidad para la familia Illana-Abdela. Bernat, el niño de 8 años que el domingo cayó a un pozo de 18 metros en su casa de Son Ferriol, ya se encuentra fuera de peligro, aunque permanece ingresado en Son Dureta con numerosas contusiones.

La familia del pequeño contó ayer a Ultima Horaque todos ellos se habían reunido para comer juntos el día de Navidad, en una planta baja ubicada en la Avenida del cid. «Los niños se pusieron a jugar a escondite y Bernat se subió a unos tablones, sin saber que estaba sobre un pozo muy antiguo, ya condenado», explicaron. La madera estaba podrida y se abrió bajo los pies del menor, que se fue golpeando contra las paredes del pozo hasta estrellarse contra el fondo. Cayó de estómago y quedó aturdido. «Mi hermano -relató Esperanza, la madre- se metió en el pozo con una cuerda y estuvo con él mientras llegaba la ambulancia. Luego vinieron los bomberos y lo sacaron muy rápidamente, fueron muy profesionales».

El pequeño quedó ingresado en la UCI y se temía por un riñón que había sufrido un fuerte golpe. Ayer, sin embargo, bajó a planta. «Estamos pendientes de algunas pruebas en la espalda, que le duele mucho. Pero lo importante es que ya está fuera de la UCI», añadió Esperanza. La mujer recordó que habían vivido momentos dramáticos cuando se descubrió dónde estaba el pequeño: «Como jugaban a escondite al principio no sabíamos que le había pasado, pero los otros niños lo oyeron gritar desde lo profundo del pozo y nos lo dijeron». El pozo tiene 18 metros de profundidad y dos de ancho. No obstante, la caída de Bernat no fue libre y se fue golpeando contra la paredes. Esa circunstancia le salvó la vida en el día de Navidad.