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Los vándalos han vuelto a actuar en el port d'Andratx causando diversos destrozos en el mobiliario urbano. Entre la larga lista de daños figuran más de 50 bombillas de la iluminación navideña, varias farolas, una señal de minusválidos, parte del cableado eléctrico e incluso un yate, del que se llevaron la caña del timón. La más perjudicada por esta nueva oleada, que tuvo lugar en la noche del domingo al lunes después del cierre de las discotecas, es María del Carmen Vargas, de 19 años.

El pasado lunes, esta joven fue a buscar su moto para ir a trabajar y no halló rastro de ella. Junto con varios amigos, comenzó a buscarla por las calles del port hasta que la descubrió en el fondo del mar. Todos los indicios apuntan a que varias personas la arrastraron desde la plaza de aparcamiento que ocupaba en la avenida Mateo Bosch. La joven lamentó lo sucedido y recordó que la moto, valorada en unos 1.800 euros, es el único medio de transporte que tenía para ir a trabajar y que ahora, tras un día en el fondo del mar, ha quedado inservible.