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Catorce días de furia en los que Rachid N.K. atracó a 17 personas en Palma, atacándolas por la espalda y golpeándolas una vez las tiraba al suelo, desembocaron ayer en una condena de 60 años de prisión. El juicio, que tenía atisbos de prolongarse hasta enero de 2006, concluyó en su primera jornada después de que el acusado reconociera los hechos. De este modo, la sala de vistas de penal 4 se llenó con la presencia de las víctimas, 15 mujeres y un hombre con edades comprendidas entre los 62 y 85 años, que escucharon atentamente de boca del juez las penas a las que este hombre ha sido sentenciado: 16 condenas de tres años de prisión por delitos de robo con violencia; dos años por otro intento no consumado; cuatro condenas de dos años por lesiones, y dos años más por allanamiento de morada. En total, 60 años de cárcel de los que cumplirá nueve años de tiempo efectivo, y que no podrán ser rebajados en ningún caso.

Este «salto» de 60 a 9 años se debe a la aplicación del artículo 76 del Código Penal, que establece que en los casos en que haya varios delitos y la condena no pueda ser cumplida simultáneamente, el culpable cumplirá el triple de la pena más grave a la que haya sido condenado, en este caso tres años. El fallo le obliga además a pagar una indemnización a todas las víctimas, y que en algún caso llega a los 6.000 euros por las secuelas físicas.

Todos los atracos tuvieron lugar durante el mes de abril de este año. El acusado, que tenía el «mono» y necesitaba 150 euros para cubrir sus necesidades diarias de droga, actuó sobre todo en la zona próxima a la plaza de las Columnas, calle Aragón y en Santa Catalina, siguiendo a las víctimas hasta el portal y agrediéndolas por la espalda. Allí les tapaba la boca y las tiraba al suelo, las tumbaba y en algunas ocasiones las inmovilizaba y golpeaba.