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Un juez de Palma condenó ayer a dos de los cuatro integrantes de una banda de atracadores que se llevaron 6.000 euros de una sucursal bancaria de Can Picafort. A las 09.45 horas del 3 de diciembre de 2004, un vehículo conducido por E.M.P. llegó a la calle Colón y se paró a las puertas del banco. Mientras él esperaba al volante con el motor encendido vigilando la calle, los otros dos se cubrieron la cara con una bufanda tipo braga y entraron en el banco con una pistola simulada. Uno de ellos se quedó en la puerta para impedir la salida de los clientes. El otro, continuó andando hacia el interior, saltó el mostrador y gritó: «esto es un atraco, el dinero, el dinero, el dinero». A continuación se dirigió hacia una de las empleadas y la tiró al suelo. A su lado, abrió un cajón y sacó de él 6.000 euros en efectivo, saltó de nuevo el mostrador y huyó junto con su compañero hacia el coche, que arrancó a toda velocidad, desapareciendo del lugar en pocos segundos.

Los jóvenes perdieron 920 euros en su huida y la Guardia Civil comenzó las investigaciones. En poco tiempo, detuvo hasta a cuatro implicados en los hechos. Dos de ellos son dos menores de edad, por lo que ayer no fueron juzgados.

El tercero es el conductor, E.M.P., quien se enfrentaba ayer a una petición fiscal de cinco años de cárcel por un robo con violencia, mientras que el cuarto de la banda, J.F.L.G., estaba acusado de entregar el arma simulada con el que el resto de atracadores cometió el robo, y de quedarse 10 euros en efectivo durante el reparto del botín. El fiscal pedía para él 1 año y medio de cárcel.

Finalmente, los abogados de los dos acusados, Gabriel Campins e Isabel Fluxà, llegaron a una conformidad para rebajar la condena hasta los dos años para E.M.P., y seis meses para J.F.L.G.