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Fernando Carballo, el uruguayo detenido por degollar a su mujer en Inca, ha declarado que no tenía intención de cortar el cuello de Tamara y que no sabe qué le pasó aquella tarde.

El hombre será puesto hoy a disposición judicial, en el Juzgado de Instrucción Número 5 de Inca. Desde el martes ha estado recluido en los calabozos de la Guardia Civil y su versión de los hechos no ha aportado demasiado luz a los investigadores. Ha asegurado que discutieron y que ella también le agredió, por lo cual perdió los nervios. Sin embargo, ha sostenido en todo momento que no tenía intención de quitarle la vida a Tamara, su esposa. La mujer, tal y como informamos, estaba acogida en un centro especial para mujeres maltratadas, con sus dos hijos de 1 y 2 años.

El día del intento de asesinato la norteamericana salió del centro y se dirigió con los niños a la calle Fray Antoni Torrens, donde la esperaba su esposo. Después de una discusión fue degollada, mientras sus hijos se encontraban a pocos metros. Consiguió llegar a la calle, desangrándose, y los vecinos la auxiliaron. El acusado hizo un tímido intento de suicidarse, pero sólo se causó lesiones leves. Ella quedó ingresada en la UCI de Son Dureta y luego fue operada con éxito.