Evaristo Díaz llegó al edificio de los juzgados de Inca a media mañana, custodiado por guardias civiles. Foto: MARIA NADAL

TW
0

MARIA NADAL/PEP MATAS
Evaristo Díaz, el acusado de asesinar a Margalida Ros el pasado sábado por la mañana en sa Pobla, fue traslado ayer desde las dependencias de la Guardia Civil de Pollença hasta los juzgados de Inca para prestar declaración. El presunto asesino bajó del vehículo en un estado muy nervioso y entró en el juzgado número uno en el que la jueza, Cristina Pancorbo, le tomó declaración. Al finalizar esta diligencia la juez ordenó el ingreso en prisión para el hombre, de 69 años de edad.

La abogada que el pasado domingo asistió a Evaristo Díaz en su declaración ante la Guardia Civil, dijo ayer en los juzgados que, por lo que contó el hombre y lo ocurrido en la vivienda de sa Pobla donde ocurrieron los hechos «se asemejaba a algo así como una 'aparición mariana' por el estado en que se encontraba Evaristo». «Estaba desnudo en la vivienda, con sangre por el suelo, y los guardias civiles que acudieron le tuvieron que vestir con un uniforme de celador». La abogada explicó que mientras le tomaba declaración parecía un hombre normal y tranquilo «aunque no se ubicaba en el tiempo pero sí en el espacio».

La letrada afirmó que «el acusado explicó que nunca había tenido ninguna discusión fuerte con su vecina Margalida Ros, aunque no tenían una relación muy buena», y añadió que en esta declaración «no quedó claro fue como la vecina entró en la casa». Con respecto a este dato, de las investigaciones efectuadas se ha aclarado que, supuestamente, fue Margalida la que se asomó a la puerta de entrada de la vivienda de Evaristo, y éste comenzó allí a agredirla, persiguiéndola después hasta la vivienda de ella».

Por otra parte, también acudió a los juzgados el hijo de la fallecida, aunque agentes de la Guardia Civil le aconsejaron que se fuera por el precario estado en que se encontraba, bajo los efectos del alcohol y 'porros'. Agentes del Cuerpo alegaron que «es mejor que se vaya antes de que pase algo peor», y explicaron que «no hace mucho ya lo trajimos detenido con una orden de alejamiento de la madre». Horas después el joven se personó en la redacción de Ultima Hora con la idea de hacer una declaración.

Pero al encontrarse en un estado, digamos que «no idóneo», se le atendió y se rehusó recoger sus declaraciones. Parece ser que lo que el joven pretende es poder entrar en la casa donde vivía su madre para recoger algún dinero u objeto de valor. Según personas alegadas a la fallecida, la relación del joven con su madre «no era muy buena, pero sí que él quiere con locura al abuelo, con el que se siente muy unido».