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Dos chavales de 13 años jugaron con la vida de los conductores que a la una de la madrugada del jueves circulaban por debajo del puente de la salida del Pont d'Inca, en la autopista de Inca. Los menores, que han sido detenidos por la Guardia Civil, arrojaron piedras sobre los vehículos y al menos siete conductores se pararon en el arcén, con el cristal roto o la carrocería abollada. Y con un susto tremendo en el cuerpo.

En los primeros minutos de la búsqueda no se halló ni rastro de los zagales. Al poco rato, sin embargo, los dos menores fueron localizados en una calle de la urbanización del Pont d'Inca Nou. Estaban muy nerviosos y sostuvieron que paseaban a esas horas de la madrugada «porque todavía no tenemos colegio». Lo que no sabían es que algunos de los conductores los había descubierto junto al puente y minutos después fueron identificados por estos testigos, algunos de los cuales habían estado a punto de accidentarse. La Guardia Civil procedió a la detención de los chavales, que fueron plenamente identificados. Los padres fueron informados y los dos amigos quedaron en libertad debido a su edad. La Fiscalía de Menores ya ha sido puesta al corriente de la «gamberrada» del jueves de madrugada.

El peligroso «juego» de los dos muchachos creó un pequeño caos en aquel tramo kilométrico, cuando los conductores fueron deteniéndose para buscar una explicación al impacto que acababan de recibir. Uno de ellos contactó con la Guardia Civil de Tráfico desde su teléfono móvil y contó que había visto cómo unos niños se escondían detrás de unas vallas en la subida hacia el centro Alcampo. Otros afectados coincidieron con esta versión y los agentes de la Benemérita dieron una batida por las inmediaciones, al constatar que el lanzamiento de piedras había sido intencionado.