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GUILLEM PICÓ/EUROPA PRESS
José Manuel Sánchez, el niño que resultó herido en Marratxí por la explosión de un detonador, mejora de las heridas padecidas y sigue ingresado en Son Llàtzer. El menor ha perdido la visión en un ojo y ayer por la tarde le realizaron nuevas curas en la mano izquierda, ya que padece lesiones en tres dedos. El padre de José Manuel explicó que los médicos creen que finalmente no tendrán que amputarlos.

La Policía Judicial de la Guardia Civil de Llucmajor realiza la investigación sobre el caso, que ocurrió el sábado por la manaña en una parcela de la urbanización Son Daviu Nou. A raíz de la explosión de un detonador por un martillazo resultaron heridos José Manuel Sánchez, de 12 años, y un primo suyo, Raúl, de 15 años, que sufrió lesiones leves en un brazo al taparse la cara.

Los menores encontraron la caja con unos 80 detonadores hace medio año en el punto de reciclaje que está en la entrada de la urbanización y los recogieron y guardaron sin saber lo que eran. Se trata de unos pequeños cilindros de color blanco, de aluminio, de unos cuatro centímetros y totalmente huecos excepto en la base, donde tienen un pequeño compartimento con pólvora.

El padre de José Manuel explicó que «si hubiésemos sabido lo que eran nos hubiésemos deshecho de ellos, pero son unos pequeños cilindros y no creíamos que fuesen peligrosos». También concretó que «dentro de lo que cabe podemos decir que tuvimos suerte porque había muchos más detonadores que no explotaron, incluso mi hijo llevaba 25 en el bolsillo».