TW
0

El delegado del Gobierno en Balears, Ramon Socías, acudió ayer por la tarde a la zona de Pere Garau, en Palma, para conocer en persona los problemas de seguridad que padecen los vecinos. Si el delegado tenía algunas dudas de que la situación no es buena, ayer se le despejaron todas porque los vecinos y comerciantes de la zona le expusieron los graves problemas de convivencia que hay desde hace unos meses por los excesos de un grupo de inmigrantes.

Socías inició la visita a las 19.40 horas en la Plaça de Pere Garau. Para comenzar, se encontró con las calles repletas de suciedad, los semáforos de peatones que no funcionaban, coches que pasaban con la música con el volumen alto y alguna que otra moto a escape libre. Un panorama, a pesar de no ser competencia suya, poco alentador. Socías visitó en primer lugar una peluquería de la calle Joan Mestre. El propietario de este negocio le explicó que «los vecinos están muy enfadados y la situación es preocupante, todos hacemos ruido pero hay una serie de personas que se pasan y no tienen educación. Si les pides que se callen te contestan. Se hacen fiestas cada día y ahora en verano, que la gente duerme con las ventanas abiertas, la gente está bastante agobiada».

A continuación se entrevistó con la dependienta de una panadería de la calle Fausto Morell, quien comentó que «la policía viene bastante y estamos contentos», pero también le expuso que hay problemas «con una serie de personas que no se saben comportar».

En el mismo sentido se manifestó el dueño de una papelería de la misma calle: «Es un tema que si no estamos atentos se nos va a escapar de las manos, hay que poner mano dura contra esta gente que causa problemas, que no son todos. Hay muchos inmigrantes aquí y los que crean problemas son una minoría que no saben beber, se emborrachan, orinan en la calle y rompen coches».

Un colombiano residente en la zona también pidió mano dura a Socías. «Hay un puñado de gente que no quiere entrar en razón, yo soy colombiano y tengo el mismo problema. Vivo aquí desde hace dos años y el último año la situación se ha descompuesto. No es justo que por unos cuantos nos metan a todos en la misma saca, hay que actuar contra esta gente que monta escándalos, cierra a la hora que quiere y hace lo que le da la gana».