Ayer los bomberos continuaron arrojando agua en la nave, para refresar los rescoldos.

TW
0

¿Cómo empezó el incendio de la nave del Port d'Alcúdia?. Ésa es la principal incógnita que tratan de despejar los investigadores de la Policía Judicial de la Guardia Civil que ayer empezaron, in situ, el análisis de los restos del astillero.

Por la mañana, los bomberos regresaron a las ruinas de Construcciones Navales Bennàssar, junto a la instalaciones de Repsol, y refrescaron con mangueras todo el perímetro afectado, a fin de que los rescoldos no se reavivaran. Cuando el fuego estuvo sofocado por completo los agentes de la Policía Judicial se hicieron cargo de las pesquisas y, entre otras cosas, se entrevistaron con las primeras personas que vieron las llamas. Se sabe, de momento, que el fuego empezó junto a un bote con acetona, en uno de los laterales de la nave, pero la causa sigue siendo un misterio. El cuarto donde se guardaban las pinturas cuenta con un extractor, ya que hay productos tóxicos que pueden provocar una acumulación de gases, y precisamente esa hipótesis es una de las que se tiene en cuenta para explicar una supuesta combustión espontánea.

En el interior del recinto había varios Llaüts y embarcaciones, entre ellos un velero de grandes dimensiones, que quedaron carbonizados. El tejado se vino abajo y las planchas de aluminio quedaron totalmente retorcidas, por efecto de las altísimas temperaturas. Las maderas, pinturas, fibras y demás material almacenado también fue pasto de las llamas, por lo que las pérdidas son millonarias. Tres embarcaciones que se encontraban en el exterior pudieron ser salvadas. Dentro de la nave también había un vehículo, que quedó destruido. Los peritos están confeccionando informes paralelos y deberán abonarse cantidades de dinero muy elevadas.