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EFE MURCIA/BARCELONA
Alvaro I.G., sospechosos de ser el cabecilla de la red de pederastia desarticulada el pasado jueves en Murcia, Barcelona y Orense, ha reconocido ser el autor de violaciones a unos cien niños. El detenido, que permanece ingresado en la prisión de Murcia, ha sido sometido a medidas especiales de seguridad, para evitar que pueda ser agredido por otros internos. La medida se ha adoptado porque este tipo de delitos suele generar un gran rechazo entre la población reclusa, y se ha producido como consecuencia de la publicación en algunos medios su fotografía.

Por otra parte, fuentes policiales indicaron ayer que no se han recibido denuncias por parte de las familias de las víctimas.

En la puerta del local de informática que regentaba este inculpado apareció ayer una pintada con el texto «pederastas muertos. Firmado: un niño».

Otro de los detenidos, un vecino de Lérida que atiende a las iniciales de Eduardo S.M., pasó ayer a disposición de un juzgado de Barcelona.

Eduardo S.M. negó el jueves ante la policía haber participado en las tres agresiones sexuales que se le imputan, pero reconoció que las presenció, según informaron fuentes próximas al caso.

La policía le acusa de haber agredido sexualmente, junto a Alvaro I.G., a un bebé de un año cuya violación fue fotografiada y grabada en vídeo.