Un hombre de 35 años muere al caer a un pozo en una finca de Campos

Según parece, la víctima estaba recogiendo unas cañas cuando pisó la boca del pozo, de unos 15 metros de profundidad y que está seco. El agujero está a ras de suelo y, de repente, se abrió bajo sus pies. Sebastián Rosselló se precipitó al interior y se desconoce si quedó inconsciente o murió al impactar contra el suelo. Ni el lunes ni el martes se interpuso denuncia por su desaparición, pero ayer por la mañana, a eso de las siete y cuarto, un compañero del trabajo se presentó en la finca del Camí de s'Hort de s'Avall. No lo encontró en la casa, pero descubrió la tapa rota.

Inmediatamente dio la voz de alarma y otros allegados y amigos llegaron a aquellos terrenos, en el kilómetros 2 de la carretera. También se desplazaron los bomberos de los parques de Llucmajor y Felanitx, la Guardia Civil del cuartel de Santanyí, la Policía Local y un médico. Los equipos bajaron con cuerdas al interior del pozo, que tiene un diámetro de un metro, y localizaron el cuerpo del vecino de Campos, ya sin vida. Junto a él aparecieron unas cañas, que al parecer había estado cogiendo en el jardín.

El juzgado de instrucción número 2 de Manacor fue informado del accidente mortal y la investigación recayó en la Benemérita, que no halló indicios de violencia. El juez ordenó que se le practicara la autopsia, que entre otros detalles permitirá esclarecer si Sebastián murió al instante o, por el contrario, agonizó en el interior del pozo. Un portavoz de los Bomberos de Mallorca explicó que los funcionarios que bajaron al fondo del agujero eran del equipo de montaña, ya que el operativo entrañaba ciertos riesgos. A las diez de la mañana, aproximadamente, se levantó el dispositivo de emergencia en la finca de Campos y el cuerpo fue trasladado al cementerio.