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Tres camareros y el portero de una discoteca del Port de Pollença han sido detenidos por la Guardia Civil acusados de la violación de una turista británica. La víctima, de 21 años, tuvo que ser atendida en Son Dureta.

La joven y una amiga, de su misma edad, caminaban en la madrugada del viernes al sábado por las inmediaciones de una discoteca, tras haber estado de copas precisamente en ese local. Sobre las 4.00 horas, las dos veraneantes se separaron momentáneamente. De repente una de ellas fue abordada por cuatro individuos, que se la llevaron a la fuerza hasta un portal próximo, tapándole la boca. Según el relato de la denunciante, uno a uno la fueron violando mientras los otros la sujetaban con fuerza. Cuando acabó la brutal agresión la extranjera quedó en un estado lamentable, bajo un 'schock' tremendo y víctima de un ataque de pánico. Su hotel estaba en las proximidades y cuando encontró a su amiga le relató, desesperada, lo que había ocurrido.

La Policía Judicial de la Guardia Civil de Pollença abrió una investigación y la Policía Local también fue informada. La víctima reconoció a varios de sus agresores como trabajadores de la discoteca que había visitado esa noche y esa fue la pista definitiva para que la Benemérita capturara en el local a los tres camareros y el portero. Los españoles reconocieron que habían mantenido relaciones sexuales con ella, pero aseguraron que habían sido consentidas. Mientras tanto, una ambulancia trasladó hasta Son Dureta a la turista británica. Allí fue atendida por los médicos, que la sometieron a un examen ginecológico.