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Un joven rumano de 20 años ingresó ayer en la UCI de Son Dureta, en estado crítico, tras precipitarse desde un cuarto piso en construcción en el Port de Pollença.

El accidente ocurrió al mediodía, cuando supuestamente Benjamín D.P. acudió a esa obra para visitar a su padre, que trabaja con la cuadrilla de obreros. El muchacho perdió el equilibrio y cayó desde más de doce metros. Sufrió un traumatismo craneal agudo, lesión medular, la fractura de varias vértebras y contusiones y fracturas en otras partes del cuerpo. Los servicios médicos lo atendieron in situ y una ambulancia lo evacuó hasta Son Dureta, donde quedó hospitalizado. La Policía Judicial de la Guardia Civil de Pollença se hizo cargo de la investigación que había iniciado la Policía Local para determinar las circunstancias de la caída y si el joven trabajaba en la obra.

Sus compañeros lo negaron, y aseguraron que sólo visitaba a su padre. Lo que llama la atención, sin embargo, es que subiera hasta la cuarta planta, cuando lo normal hubiese sido que el progenitor bajara por su cuenta. Además, las personas ajenas a la construcción no pueden acceder al interior, al menos en teoría. El rumano lesionado cuenta con antecedentes por estancia ilegal. La conselleria de Treball también investiga.