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La Sección Primera de la Audiencia Provincial celebró ayer el juicio contra Luis E.R.G., un hombre de 40 años acusado de violar y agredir en Palma a su ex novia, de nacionalidad alemana. La víctima declaró ayer protegida por un biombo, indicando que un par de meses antes de los hechos había decidido romper la relación con el acusado al enterarse, entre otras cosas, de que éste padecía sífilis. A partir de entonces el hombre comenzó a llamarla y a buscar excusas para encontrarse con ella en su piso de Palma. Finalmente, en mayo de 2002 el acusado fue a su domicilio, al parecer en estado ebrio, y la violó en dos ocasiones.

La mujer no denunció los hechos y continuó con su vida normal varios días, hasta que finalmente decidió ir a casa del hombre para pedirle explicaciones. En esta visita el acusado la zarandeó, la empujó escaleras abajo y la echó a la calle.

Fue a partir de este hecho cuando la mujer acudió a un centro médico para ser sometida a dos revisiones en dos días consecutivos, aunque sólo en esta segunda ocasión una doctora le apreció una herida vaginal de un centímetro y medio que no fue detectada el día anterior, pese a un concienzudo examen del médico de Son Llàtzer.

La mujer asegura que tuvo que trasladarse a Alemania por el trauma sufrido y que sólo se atrevió a volver después de contarle lo sucedido a su madre. Sin embargo, un policía declaró ayer que la víctima no quiso nunca denunciar los hechos y que incluso se mostró en varias ocasiones «muy ofendida» cuando los agentes le pedían información sobre el autor, indicando que todo era un problema «personal» e instándoles a que no la molestasen más.

El fiscal pide para el acusado una pena de ocho años de prisión por la violación y 720 euros de multa por las lesiones.