En la zona de aparcamiento en la vivienda donde residen los sospechosos, la Guardia Civil intervino ocho vehículos de alta gama con matrículas alemanas, inglesas y españolas.

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La Guardia Civil de Llucmajor ha detenido a tres alemanes, uno de ellos menor de edad, como supuestos autores de los delitos de falsedad documental, amenazas, robo y delito contra la salud pública. En síntesis, el grupo está acusado de dedicarse, sobre todo, a la compra venta ilegal de vehículos de importación a los que colocaban placas de matrículas falsificadas. Los detenidos son Ewe B., de 46 años, Cornelia H. L., de 43, y un menor de 16 años hijo de la mujer. En un comunicado de prensa la Guardia Civil informa que el grupo operaba en la zona de s'Arenal y en la costa sur de Mallorca. A los vehículos que obtenían, algunos de ellos dados de baja, les instalaban placas de matrículas sustraídas tanto en Alemania como en España, falsificando la documentación de los mismos (permisos de circulación, tarjetas de ITV, etc), así como sustrayendo o receptando documentos auténticos para posteriormente falsificarlos. Entre sus principales clientes se encontraban alemanes que residen en la Isla.

En el momento de la detención los sospechosos circulaban por s'Arenal en un todoterreno Opel Frontera con matrícula alemana, el cual se comprobó que las placas que tenía instaladas estaban manipuladas ya que los sellos, tanto provinciales (alemanes) como los de la Inspección Técnica, aparecían pegados sobre unos antiguos.

Cuando se ubicó el domicilio de residencia de los sospechosos, en una finca rural en Campos, se procedió al registro de la vivienda. La Guardia Civil intervino documentos bancarios y de identidad a nombre de diferentes personas, varias matrículas tanto alemanas como españolas, documentos oficiales de los dos paises entre los que hay tarjetas de inspección técnica de vehículos, permisos de circulación, seguros y demás documentación relacionada con todos los trámites burocráticos de compra venta y transferencia de vehículos. Varios de los documentos estaban en blanco y otros habían sido manipulados. También se intervino en el registro una balanza de precisión y anotaciones sobre una posible venta de drogas. Hasta ayer los efectos intervenidos se valoran en 150 mil euros y la Guardia Civil no da por cerrada la operación, esperando más detenciones.