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Un incendio en un primer piso del edificio señalado con el número 23 de la calle Sant Miquel, en Palma, motivó que los bomberos descubrieran graves anomalías en la estructura del segundo piso, por lo que se procedió a su apuntalamiento. La alarma inicial se dio unos diez minutos antes de las seis de la tarde, cuando salía mucho humo del primer piso. Hasta el lugar se desplazaron unidades de la Policía Local y se reclamó la presencia de una ambulancia como medida de prevención por si había heridos.

Tres unidades del parque central del Cos de Bombers se desplazaron y sofocaron las llamas sin demasiados problemas. A raíz de la primera inspección ocular se apunta a que el fuego comenzó en un aparato de televisión. El piso estaba habitado pero no hubo que lamentar ningún daño personal.

Después se detectó una gran grieta en el segundo piso, desocupado desde hace un tiempo, por lo que se tomaron las medidas de precaución necesarias. Se reclamó la presencia de técnicos y se terminó por apuntalar el inmueble, que amenazaba con derrumbarse.