Silvia, de 55 años, ex novia del fallecido, en el momento de ser evacuada del velero en estado grave. Foto: MICHELS

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Degollado. Una brutal puñalada en el cuello acabó ayer con la vida de Gerth Wilhelm Möller, un empresario alemán de 53 años que vivía en un velero amarrado en el Port d'Andratx. Su ex compañera sentimental, también germana, apareció en estado crítico junto a él, con cortes profundos en las muñecas y el cuello, y la Guardia Civil sospecha que pudo ser ella quién lo asesinó y luego intentó suicidarse.

Gerth hacía tres años que residía en el Port d'Andratx y se ganaba la vida paseando turistas a bordo del «SY Kandahar», un lujoso velero de más de 16 metros de eslora, dos palos y bandera francesa. La embarcación le servía, además, de casa. Silvia, su ex novia de 55 años, y él mantuvieron relaciones durante 12 años y últimamente tenían muchos problemas conyugales y habían roto. Según parece, la mujer acudió en la noche del martes al velero, con la intención de recoger sus enseres personales y la ropa que todavía quedaba allí. Lo que ocurrió a bordo del «SY Kandahar» es de momento una incógnita, pero ayer a las 10.30 horas un amigo alemán de la pareja se presentó en el 'moll petit' del Port d'Andratx, extrañado porque no tenía noticias de Gerth.

Nadie respondía a sus llamadas y al final este individuo forzó la puerta de acceso a los camarotes y se encontró con un espectáculo dantesco: el empresario yacía sobre una cama boca arriba, con un gran corte en el cuello y sobre un charco de sangre. Ya estaba muerto y muy cerca de él, en otro camarote, Silvia estaba gravemente herida, aunque todavía con constantes vitales. El alemán, muy nervioso, salió al muelle y gritó pidiendo ayuda.

El centro de emergencias del 112 envió a una ambulancia del 061, y el médico de Andratx también se desplazó hasta el 'faro verde', frente al Hotel Brismar, donde se encontraban el fallecido y la mujer herida. El estado de Silvia era crítico y lo primero que hicieron los facultativos fue atajar la hemorragia. Sangraba de forma abundante por el cuello y las muñecas y todo hacía indicar que se había intentado quitar la vida. La Policía Judicial de la Guardia Civil se hizo cargo de la investigación y permaneció cinco horas registrando la escena del crimen. Hoy se conocerá el resultado de la autopsia.