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AGENCIAS-MANILA
El balance de las cuatro tormentas que azotaron las islas Filipinas desde hace un mes se elevaba ayer sábado a 1.800 muertos y desaparecidos, anunció Defensa Civil.

La oficina indicó que proseguían las operaciones de rescate y el balance se podría agravar. Precisó también que un total de 941 personas han fallecido y 836 se encuentran desaparecidas tras el paso de cuatro tormentas tropicales, entre ellas las más recientes, «Winnie» y unos días después el tifón «Nanmadol», que arrasaron el noreste de la gran isla de Luzón.

El balance gubernamental precedente señalaba 1.494 víctimas. La gran mayoría de las víctimas fueron causadas por la tormenta «Winnie» que provocó desplizamientos de tierras e inundaciones hace doce días en las ciudades de Real, Infanta y General Nakar, según precisó la misma fuente.

La catástrofe causó destrozos estimados en más de 82 millones de dólares. Más de 432.000 personas fueron desplazadas y 8.500 viviendas quedaron destruidas.

Los equipos de rescate seguían escarbando en los escombros después de recuperar con vida el jueves a cuatro personas debajo de un inmueble que se había desplomado cerca de Real.

La esperanza de encontrar a personas con vida de alimentó con el descubrimiento de estos cuatro supervivientes, entre ellos una niña de tres años que permanecieron 11 días sepultados entre los escombros del inmueble desplomado a causa de las tormentas, destacó el capitán Gerry Sultan, que dirige el rescate.