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MICHELS-ELENA DÀVILA
Las fuertes lluvias caídas a primera hora de la mañana de ayer ocasionaron desprendimientos en carreteras y caminos vecinales e inundaciones en algunos localidades de la Isla. Los desprendimientos de pequeñas rocas y muros más importantes se detectaron en las carreteras de Banyalbufar a Estellencs, de Deià a Valldemossa, de Deià a Sóller, entre s'Arracó y Sant Elm y caminos vecinales de Andratx, en concreto en las fincas de sa Coma Freda, Camí de ses Penyas, sa Roda y Camí de ses Comes. Las inundaciones más importantes se registraron en inmuebles del Port de Pollenca, Sencelles, Lloseta, Alcúdia y Can Picafort. Las precipitaciones fueron más intensas en la zona del norte de Mallorca y en la Sierra de Tramontana, entre las seis y las diez de la mañana.

Los policías locales de las localidades afectadas se movilizaron desde primeras de la mañana y retenes de los Bombers del Consell se desplazaron a los puntos donde eran requeridos, en algunos casos para la retirada de árboles y en otros para el achique de agua de comercios o viviendas. Por ejemplo, a media mañana se retiraron dos árboles caidos en la carretera entre Banyalbufar y Estellencs y en la del Puig Major, y en una planta baja de la calle Luxemburgo, en Can Picafort, se achicó el agua.

En Sencelles, los Bomberos del Consell tuvieron que acudir por la mañana a una zona, el Camí de Salt Llarg, especialmente conflictiva. En la misma hay cinco casas y en una de ellas vive una familia de manera permanente. El cabeza de familia, Pedro Bruno, explica que cada vez que llueve con cierta intensidad el cauce de un torrente les impide salir. Desde el Ajuntament le dicen que es un problema de Medi Ambient, y de Medi Ambient les remiten nuevamente al Ajuntament. Ayer, los bomberos trasladaron a los niños de un lado del cauce al otro con una grúa para que pudieran asistir al colegio.