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Alijo histórico. Nos es la primera vez que la Guardia Civil de Palma se incauta de tantos comprimidos de éxtasis (hace algunos años ya aprehendió 20.000), pero sí es la primera ocasión que interviene una cantidad tan considerable de drogas distintas (15.000 pastillas de diseño, un kilo de cocaína y 50 kilos de hachís).

La investigación del EDOA (Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga) se inició en verano, cuando se detectó en bares y discotecas pastillas de éxtasis con el anagrama de la marca Armani. Las dosis habían inundado el mercado y los efectivos antidroga dieron prioridad a la investigación, ya que cientos de adolescentes y menores iban consumiendo esta peligrosa sustancia. Las sospechas se centraron en un norteafricano que residía en el número 4 de la calle Bayoneta, una travesía de Joan Miró, cerca de Gomila. Se trataba de Abderrahmane B., de 30 años. No trabajaba y en cambio conducía un coche de lujo de la marca Audi A6. Además, su casa era frecuentada a altas horas de la madrugada por numerosas personas. Hakima A., su novia, de la misma edad, vivía con él y supuestamente se dedicaba también a la misma actividad ilícita. El cerco se fue estrechando y Abderrahmane, ajeno a todo, entró el que sería su último alijo el pasado sábado. En la madrugada del martes acudió al puerto de Palma y la Benemérita decidió no esperar más. El marroquí fue detenido y entre sus ropas se hallaron unos 24.000 euros, una cantidad destinada supuestamente a pagar a los 'correos' que traían la droga. Y en efecto, al poco tiempo desembarcó en el puerto el citado Audi A6, con dos ocupantes en el interior. Antonio O.M., de 30 años, y Adriana M.R., de 19, llegaron procedentes de Tarragona y en varios falsos fondos de la berlina escondían las 15.000 pastillas de éxtasis, el kilo de cocaína y los 50 kilos de hachís. Los presuntos 'narcos' y el vehículos fueron trasladados a la Comandancia de Palma, donde los expertos desmontaron algunas piezas del coche y hallaron la droga. Los compartimentos eran herméticos y estaban cubiertos de azufre, para despistar a los perros adiestrados. De forma paralela, los agentes Antidroga registraron la casa de la calle Bayoneta, otro piso de Gomila, y un segundo vehículo utilizado por la banda para sus traslados (un Mercedes Clase A).