La Guardia Civil tomó declaración a algunos turistas que vieron cómo James Dutch desaparecía entre las olas. Foto: CARME MORENO

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JAVIER JIMÉNEZ-CARME MORENO
Desde tierra, mar y aire buscaron ayer al turista James Dutch Mercer los equipos de rescate, sin resultado alguno. Lanchas, patrullas terrestres y un helicóptero 'peinaron' la Platja de Muro en busca del bañista que desapareció el domingo cuando salió a nadar en medio de un temporal. El temor ahora es que las corrientes marinas hayan arrastrado el cuerpo del británico a varias millas de distancia. Hoy continuará el operativo.

El veraneante, de 52 años, llegó a Mallorca hace algunos días, acompañado de su esposa. Ambos se alojaban en un hotel del Port d'Alcúdia y a eso de las cuatro de la tarde del domingo James, que era un consumado nadador, decidió zambullirse. La situación -con olas altas y el mar picado- hacían desaconsejable esa opción, pero James acostumbraba a nadar casi a diario, tanto en invierno como en verano, y no se lo pensó dos veces.

Otro turista que nadaba declaró ayer a la Guardia Civil que a esa hora vio al británico dando brazadas en el agua y, de repente, dejó de verlo. Como el mar estaba muy agitado no le dio mayor importancia, pero tras un segundo vistazo comprobó que había desaparecido por completo. Su esposa, que lo esperaba tomando el sol en la playa, también se alarmó, pero la voz de alarma se dio a las 18.15 horas, cuando posiblemente ya era demasiado tarde.

La búsqueda fue infructuosa y se reanudó a primera hora de la mañana de ayer con Salvamento Marítimo, y su lancha «Cavall Bernat», los submarinistas de los GEAS (Grupo Especial de Actividades Subacuáticas), un helicóptero y la Cruz Roja, así como patrullas terrestres, que continuaron rastreando la Platja de Muro. La principal hipótesis es que el cuerpo de James haya quedado enganchado en el fondo marino entre unas rocas, y que salga a la superficie en las próximas horas, aunque tampoco se descarta que las fuertes corrientes de la zona lo hayan alejado varias millas.