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El obrero herido de un disparo en las obras del hospital de Inca ya ha recuperado la consciencia y se encuentra bien, según comentaron los familiares a este diario. En sus primeras palabras, Antonio Sierra aseguró que nunca fue consciente de que la herida que le dejó en un estado muy delicado el pasado jueves procedía de una bala. Al contrario, en esos momentos creyó haber sufrido un desmayo mientras trabajaba encofrando, aunque también llegó a pensar que se había pinchado con un hierro de la obra. «Él no sabía nada, se ha dado cuenta al oír los comentarios de los enfermeros que le atienden y se ha quedado de piedra», comentó uno de sus familiares, quien también indicó que el herido permanece a la expectativa para conocer el origen del extraño suceso.

En este sentido, la Guardia Civil continúa investigando y en los próximos días se tomará declaración a varias personas que podrían resultar claves para determinar si, tal como se cree cada vez con más fuerza, la bala pudo proceder del campo de tiro Sporting Inca situado a un kilómetro de distancia.

A pesar de que el recinto tiene vallas de protección, se cree posible que una «bala perdida» pudo llegar hasta las obras del hospital, con la mala suerte de que alcanzó en el hombro al obrero.