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Antonio Sierra Almodóvar, un obrero de Felanitx de 60 años de edad que realizaba un encofrado en las obras del hospital de Inca, resultó herido de gravedad ayer por la tarde al recibir un disparo en el hombro. El herido trabajaba en una cuadrilla compuesta por una decena de obreros. Su hijo, que también trabaja en la obra y estaba junto a él, vio que se acercaba y comenzaba a hablarle: «siento un golpe muy fuerte» a la vez que se tocaba el hombro. Acto seguido Antonio se desplomó sobre su hijo y cayó al suelo, sangrando abundantemente. Una UVI móvil del 061 se trasladó hasta la construcción, logrando estabilizar al encofrador.

Tras un primer análisis de las heridas, se diagnosticó que el trabajador se encontraba en estado grave tras sufrir el impacto de un proyectil que le había entrado por el hombro derecho y se había alojado en una zona cercana al pulmón. El herido fue trasladado a hasta Son Dureta, donde fue operado de urgencia. Tras varias horas de angustia, la familia recibió la noticia de que el hombre se encuentra fuera de peligro.

La policía y la Guardia Civil comenzaron a investigar inmediatamente para esclarecer los hechos. Una de las primeras medidas fue cerrar la obra para inspeccionar la zona. Además, la Policía Judicial de la Guardia Civil realizará hoy una inspección ocular en la zona. Las tres hipótesis principales que se barajaban ayer tarde eran que la herida se pudo deber a una bala, un remache industrial o una posta de caza. Según comentó su hijo Antonio, el hecho «resulta extraño» ya que no había nadie remachando en la planta, aunque sí en el piso superior. El lugar de trabajo es una planta abierta, que da al comienzo de la carretera Inca-Sineu en una zona con vistas muy despejadas y con casas en los alrededores.