La droga intervenida por la policía y los altavoces y el televisor en que era escondida. Foto: E. LÓPEZ VERDÚ

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La operación, denominada «rayo», ha sido realizada por el Grupo de Estupefacientes de la UDYCO del Cuerpo Nacional de Policía de Palma y comenzó hace dos meses. Los agentes tuvieron conocimiento de que Juan G.C. realizaba de forma frecuente viajes a Barcelona de muy corta duración. Este joven tiene antecedentes policiales por diversos delitos, ha estado en prisión y no se le reconoce actividad laboral alguna. Por este motivo los policías comenzaron a realizarle un seguimiento. Así, se comprobó que realizaba viajes a Barcelona estando allí un día o incluso unas horas.

En todos los desplazamientos aparentaba ser un ejecutivo ya que iba muy bien vestido, llevaba un maletín y solía viajar en primera clase. En algunos desplazamientos lo acompañaba su mujer, indicaron fuentes policiales. En la Ciudad Condal se hospedaba siempre en hoteles de lujo. Los agentes constataron que Juan G.C. no llevaba nunca la droga encima, sino que la enviaba por empresas de paquetería desde Barcelona y una vez en Palma la iba a recoger. Casi siempre, el paquete tenía como destinatario a su mujer. Después de dos meses de investigación, la semana pasada se decidió actuar. El martes día 7, Juan G.C. cogió un vuelo a Barcelona por la mañana.

Al llegar a esa ciudad se hospedó en un hotel de lujo, donde recibió la droga. El sospechoso envió a Palma dos paquetes mediante una empresa de paquetería y al día siguiente, el miércoles por la tarde regresó a Palma. Acto seguido fue a la sucursal de la empresa de paquetería en Palma y allí fue detenido por los agentes de la UDYCO en compañía de su mujer. Los policías solicitaron en el juzgado de guardia la apertura del paquete. En el interior de éste había un altavoz de grandes dimensiones, con dos paquetes dentro escondidos, que contenían un total de 2,2 kilos de cocaína.