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REUTERS-KINGSTON
El potente huracán «Iván» comenzó a sacudir el viernes la isla de Jamaica con grandes olas, lluvias torrenciales y fuertes vientos, mientras disparos esporádicos se escuchaban en las casi desiertas calles de la capital ante la presencia de saqueadores. El huracán, que ha matado ya a 27 personas en su paso por el Caribe, se hizo más fuerte al llegar a Jamaica con vientos de 250 kilómetros por hora, y está cerca de ser calificado como categoría 5, el grado más alto para este tipo de fenómenos. Sería la segunda vez en la historia desde que se creo está clasificación en que un huracán alcanza la máxima categoría. Si continúa en su trayectoria actual, sería la tercera gran tormenta en alcanzar el territorio de Florida, en Estados Unidos.

En las Islas Caimán, un territorio británico al oeste de Jamaica, las autoridades dijeron a los residentes de las zonas costeras que abandonaran sus casas para evitar las marejadas ocasionadas por el huracán. En los cayos de Florida, los turistas abandonaban la cadena de islotes de 160 kilómetros de largo por una congestionada carretera que en muchos tramos tiene sólo un carril en cada dirección. Por su parte, el resto de los floridanos, que en las pasadas cuatro semanas fueron afectados por los huracanes «Charley» y «Frances», se preparaban para un tercer azote en una temporada inusualmente activa. Mientras tanto, con el huracán sobre ellos, 2,7 millones de jamaicanos se preparaban para lo peor. Medio millón de jamaicanos fueron exhortados a evacuar zonas bajas a medida que «Iván» se acercaba, pero muchos se habían quedado en sus casas para protegerlas de saqueadores. A las 11.00 horas, el ojo o vórtice de «Iván» estaba situado a 55 kilómetros al sur de Kingston, en los 17,5 grados de latitud norte y los 76,9 de longitud oeste, según el boletín del Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos. «Iván» ha causado la muerte de 17 personas en su paso por la devastada isla de Granada, donde aún no hay electricidad ni agua potable y las autoridades han tenido que establecer un toque de queda después del anochecer para combatir los saqueos. El Gobierno dijo que el 90 por ciento de las viviendas de Granada habían sido dañadas por el huracán el martes y realizó un pedido urgente de tiendas de campaña, lonas impermeabilizadas, sábanas y materiales de construcción para asistir a dos tercios de los 90.000 habitantes de la isla.