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E.LÓPEZ VERDÚ-PEP MATAS
Eran sobre las once de la mañana de ayer cuando la pequeña Rosana jugaba en la finca rústica de sus tíos, en la salida de Llucmajor hacia Algaida. Dos perros de los propietarios, que se encontraban junto a la menor, se acercaron a ella y, de improviso, uno de ellos se abalanzó sobre ella, produciéndole graves heridas en la cabeza. Se trata de un «ca de bou» de color blanco mezclado con pastor blanco, que mordió salvajemente a la pequeña en la cabeza, mientras que el cabo de pocos instantes el otro perro, al parecer, se unió al ataque y agredió también a la menor.

En aquél momento, en la finca se encontraban tanto la tía como otros familiares de la menor, que pese a sus desesperados intentos no pudieron hacer nada más que coger a la niña y llevársela con toda celeridad al Hospital de Son Llátzer, donde ingresó en el servicio de urgencias con parada cardiorrespiratoria. Fuentes del hospital señalaron que la niña tenía heridas muy graves y pese a que los médicos efectuaron todas las maniobras posibles para intentar recuperarla, poco después de ingreso falleció.

Desde el COS de la Guardia Civil y el 112 se movilizaron a todos los efectivos necesarios. A la finca se desplazaron miembros de la Guardia Civil de Llucmajor, de la Policía Judicial y de la Policía Local.

La primera medida que se adoptó fue la de encerrar a los canes, que fueron metidos en un furgón y trasladados al cuartel de la Policía Local, para dejarlos finalmente en la perrera municipal.

Los dos perros permanecerán en cuarentena, según han manifestado responsables del Ajuntament aludiendo a fuentes veterinarias. Asimismo, el servicio veterinario de la Conselleria de Salud llevará a cabo una serie de pruebas a los canes con el objeto de conocer las causas del repentino ataque a la niña.

El cadáver de la pequeña fue trasladado ayer tarde al Instituto Anatómico Forense de palma, donde se le debe de practicar la autopsia en las próximas horas.