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Dentro de las investigaciones para esclarecer el paradero de Ana Eva Guasch, la profesora que se encuentra desaparecida desde el 21 de octubre de 2001, la policía busca en una casa de Palma pistas de la joven. Así, desde hace tres días un retén de bomberos está trabajando en un pozo que hay en la casa, una planta baja, ante las sospechas, sólo sospechas, de que Ana Eva pudo ser asesinada y su cadáver arrojado al pozo. La casa está situada en una zona cercana de donde residía Ana Eva. Hasta ayer tarde el pozo no se había acabado de vaciar, por lo que todavía no puede descartarse o confirmarse de manera oficial esta hipótesis.

Ayer tarde, frente a la casa, estaba estacionado un vehículo del Cuerpo Nacional de Policía y otro del Cos de Bombers de Palma. Oficialmente se ha rehusado dar cualquier tipo de información sobre estas pesquisas «porque no tenemos ninguna seguridad de que en este pozo pueda estar el cadáver de Ana Eva, pero tenemos que mirarlo para poder estar seguros».

Desde el día de su desaparación el paradero de la joven filóloga, que daba clases en el colegio Santa Mónica, es un misterio sin resolver para la policía y para sus familiares y amigos. Por parte policial se asegura que «la investigación nunca se ha dejado de lado, y una prueba es el hecho de que ahora se está mirando en el pozo, pero también se han hecho, y se hacen, otro tipo de gestiones que no trascienden porque no dan resultado positivo».

La noche de su desaparición Ana Eva había estado en una fiesta en casa de unos amigos, y su coche fue localizado, cerrado y estacionado perfectamente, cerca de la finca donde residía.