EMILIO LÓPEZ VERDÚ28/04/04 0:00
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Los peritos que declararon ayer en el juicio contra Esteban G.S. mantienen versiones opuestas respecto a las causas que motivaron el fallecimiento de Andrés Pascual en su finca de Sant Llorenç, el pasado 22 de julio de 2002. Según la versión del acusado, éste encontró el cuerpo tumbado a unos dos metros de las rodadas de su tractor, que estaba parado y en marcha a unos treinta metros de distancia. Desde el primer momento, el acusado afirmó que el vecino había fallecido al ser atropellado por su propio tractor.

Los forenses de Manacor afirman que la hipótesis más probable es que la muerte de Andrés Pascual se produjo «en circunstancias violentas», y que las lesiones fueron ocasionadas mediante varios golpes distintos. En este sentido, aceptaron que el arma utilizada pudiera ser la barra metálica de 65 centímetros de longitud que la acusación presentó como prueba.

Los dos forenses de Manacor, que comparecieron ayer a instancias del Ministerio Fiscal, se mostraron convencidos de que la hipótesis del atropello resulta «incompatible con las heridas presentadas», ya que este supuesto hubiera implicado una trayectoria longitudinal de las heridas en todo el costado derecho del cuerpo de la víctima desde la cabeza hasta los pies. Sin embargo, las lesiones se concentraban en el lado derecho de la cabeza, las costillas y el pie derecho, «saltándose» así la zona de la clavícula y la pelvis, que no resultaron dañadas. Según señalaron, un atropello hubiera aplastado la cabeza de la víctima «como un huevo», provocando además unas lesiones totalmente distintas.

Por su parte, el forense de la defensa afirmó que la etiología de las lesiones es «claramente accidental», y que los «saltos» en las fracturas de la víctima pudieron deberse a que Pascual se encogiera en el momento de ser atropellado. Además, alegó que la fractura que la víctima presentaba en las ocho costillas estaba «perfectamente alineada», un hecho que atribuyó a una contusión por aplastamiento y no por golpes efectuados por la barra metálica, que hubieran ocasionado lesiones en distintos puntos de la zona costal.