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La búsqueda en aguas de la Bahía de Palma del cadáver de Andrea Illona Budach, la alemana asesinada en 1998 por su ex marido, que ingresó esta semana en prisión, no comenzará «de momento», ya que la Guardia Civil debe concretar todavía mucho más las coordenadas donde fue arrojada al mar.

Andrea fue asesinada por Marc Leman, en presencia de su compañera de entonces. Juntos, y ayudados por el padre del alemán, transportaron el cadáver del club náutico de San Antonio de la Playa mar adentro, hasta que lo arrojaron por la borda atado a un ancla con pesadas cadenas. Marc y Paloma han confesado aquel oscuro episodio, pero quién realmente puede saber donde fueron tirados los restos es el padre, que pilotó la embarcación. El extranjero, al parecer, se niega a colaborar con la Benemérita, en un intento desesperado de ayudar a su hijo. Con todo, los submarinistas de los GEAS sólo podrían buscar a Andrea si su esqueleto yace a una determinada profundidad.

El caso de la desaparición de la alemana pasó desapercibido en 1998 en Mallorca, pero en su localidad natal de Mühldors, a 70 kilómetros de Munich, sí que se habló mucho en los medios de comunicación de aquel caso. La madre de Andrea aseguró que «algo muy malo» le había ocurrido a su hija, pero sus esfuerzos para localizarla fueron inútiles.