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Un individuo, enloquecido y empuñando un cuchillo de cocina, había llamado a la puerta número 3, donde reside su suegra. La señora no estaba y le abrió su hijo, el yerno del detenido. Ricardo, sin atender a razones, empezó a buscar por toda la casa a su mujer y al comprobar que no estaba allí salió al balcón, saltó al piso vecino, que es propiedad de su hermana, y rompió la vidriera para entrar.

Allí tampoco la encontró, y entonces escuchó las sirenas de la policía, por lo que escaló por un ventanuco y se escondió. «Yo, afortunadamente, no estaba en casa, pero mi hijo me contó que estaba como poseído. No razonaba con nada ni con nadie. Ricardo no es así, es muy trabajador y con mi hija no tenía problemas, pero ahora se le ha metido en la cabeza la idea de que lo está engañando con otro», contó ayer Encarnación, la suegra del detenido.

La hermana de Ricardo, por su parte, explicó a Ultima Horaque el acusado «había tenido problemas con la droga, pero ahora estaba bien. Cuando ayer por la noche entró en mi casa yo no estaba, pero al volver me encontré con toda la vidriera destrozada. Mi hermana mayor intentó calmarlo, pero estaba muy nervioso». Cuando el hombre pensó que la policía se había marchado volvió al domicilio de su suegra, en el primer piso, y en esta ocasión forzó la puerta. Luego, desesperado, subió al segundo piso, donde vive una familia amiga íntima de su mujer. Pensaba que ella se escondía allí y desencajó la puerta a patadas.

Numerosos vecinos salieron al pasillo alarmados por los gritos y se encontraron a Ricardo «con un cuchillo en las manos y los ojos desorbitados, daba miedo verlo así», según relató una de las testigos. Se trata de un edificio muy grande y los agentes del Cuerpo Nacional de Policía no dieron con él enseguida, pero pudieron reducirlo antes de que consiguiera apuñalar a su mujer. En total, acudieron a esa finca una quincena de funcionarios. El individuo, una vez detenido, fue trasladado a Son Dureta, donde quedó ingresado porque estaba muy alterado y no se calmaba, como consecuencia al parecer de la ingestión de cocaína.