Los equipos de rescate van recuperando miles de cadáveres tras el terremoto. Foto: A. SALEMI/AP

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EFE-TEHERAN
Los equipos de salvamento continuaban ayer con la búsqueda de supervivientes en la ciudad de Bam y temían que el actual recuento de 20.000 muertos por el terremoto del viernes se vea duplicado cuando concluyan los trabajos de rescate. El ministerio del Interior cifraba en ese número los muertos por el desastre, pero responsables de los grupos que trabajaban entre los escombros apuntaron que el recuento de las víctimas mortales puede elevarse hasta 40.000, cuando se acabe de conocer con exactitud la verdadera magnitud de la catástrofe. «Como hemos sacado más cadáveres, tememos que el recuento mortal pueda llegar a doblar el actual cálculo de muertos», dijo Akbar Alaviel, el gobernador de Kerman, cerca de Bam, donde el terremoto de 6'3 grados en la escala Richter, de madrugada, sorprendió dormidos a los 100.000 habitantes de la ciudad.

«Es un desastre humano increible», apuntó Alaviel. Algunos miembros de los equipos de salvamento utilizaban sus propias manos para retirar los escombros, mientras que media docena de bulldozers abrían largas zanjas para enterrar a los muertos y evitar el peligro de enfermedades infecciosas. Miles de residentes de Bam se disponían entretanto a pasar su segunda gélida noche en la intemperie, algunos de ellos apenas protegidos por mantas, en tanto que otros intentaban cobijarse en campamentos instalados por los equipos de ayuda. «No queda ningún edificio entero en la ciudad. Bam se ha convertido en un terreno baldío. Las construcciones que continúan en pie no sirven para protegerse», dijo a los periodistas el ministro del Interior, Abdolvahed Mousavi Lari.

Como la mayoría del resto de construcciones de la ciudad, la prisión de Bam ha quedado destruida por el seísmo, lo que han aprovechado 800 convictos para huir y poner tierra de por medio. También se han desplomado los hospitales de la ciudad, por lo que aviones militares continuaban con la evacuación de heridos a Kerman y a Teherán, donde muchos voluntarios han comenzado a colaborar con la donación de sangre. El ministerio de Sanidad reiteraba los llamamientos de ayuda a los países de la Unión Europea, para el envío de medicinas, tiendas y equipos médicos a fin de paliar la situación de los damnificados. En respuesta al llamamiento internacional de auxilio por el presidente, Jatami -que reconoció que su país no puede afrontar esta situación con sus propios medios-, varios estados ya empezaron a enviar ayuda humanitaria a este país islámico.