Tal y como adelantó en su edición de ayer Ultima Hora, el Grupo
de Homicidios y el SAF (Servicio de Ayuda a la Familia) detuvieron
el lunes a un varón de mediana edad en relación a la oleada de
violaciones cometidas al menos desde hace dos años y medio en
diferentes barriadas de Ciutat. Este individuo, de una cuarentena
de años, quedó recluido en los calabozos de la Jefatura Superior de
Policía y ayer numerosas madres, acompañadas de sus hijas,
acudieron al edificio de la calle Ruiz de Alda para participar en
una rueda de reconocimiento. Según relataron luego familiares y
abogados de las víctimas, algunas niñas identificaron sin género de
dudas al sospechoso, lo cual supone una prueba casi definitiva a
nivel policial.
El acusado, con todo, permanece recluido y está previsto que hoy
sea puesto a disposición del juzgado de guardia para prestar
declaración. El delegado del Gobierno, Miquel Ramis, reconoció ayer
ante los medios de comunicación que la persona detenida en la
Jefatura era el principal sospechoso de la oleada de violaciones,
aunque pidió la habitual precaución «porque hay que romper una
lanza en favor de la presunción de inocencia de todas las
personas». Con todo, añadió que las investigaciones avanzaban a
buen ritmo y se mostró claro en un punto: «Si la policía lo ha
detenido y le imputa esos delitos es porque hay indicios».
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