La fiscal Amparo González solicitó ayer una condena de 50 años de
prisión para dos individuos, considerados delincuentes habituales,
acusados de asaltar cuatro comercios y una entidad bancaria en sólo
diez días. La Fiscalía imputa a Juan R.G., defendido por Carlos
Portalo, y a Juan P.D., representado por Cecilia Beltrán, cinco
delitos de robo con violencia cometidos el pasado mes de marzo en
Palma. El único de los acusados que reconoce su intervención, pero
sólo en uno de los hechos, es Juan R.G., que confesó que había
asaltado una farmacia situada en el Coll den Rabassa.
El individuo explicó que había salido de prisión el día 14 de
marzo tras estar once años encerrado, y que de inmediato retomó su
adicción a las drogas. Contó que consiguió una pistola en Son
Banya, que utilizó en el delito, y que después, por consejo de su
madre, llamó al jefe del Grupo de Atracos para entregarse. Sin
embargo, cuando acudía a Jefatura con la moto fue detenido por la
Policía Local, que le intervino la pistola.
Los atracos en los que se relaciona a los dos individuos se
cometieron, el primero en un bar, el siguiente en un
establecimiento recreativo, el tercero en una farmacia, el cuarto
en una entidad bancaria situada en la calle Aragón y el último en
otra farmacia en el Coll den Rabassa. En dos de los
establecimientos la actuación de los delincuentes fue captada por
las cámaras de seguridad. En todos los asaltos los delincuentes
actuaron con el rostro cubierto. Siempre actuaron armados y lo
hicieron con la cara cubierta con un casco integral.
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