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Los delincuentes accedieron al bar «sa Mola» y «s'Afluent», ubicados en las proximidades de la estación, entre las tres y las cuatro de la madrugada de ayer y el único botín que perseguían era el dinero en metálico que podían encontrar en los cajetines de las máquinas de tabaco o las monedas de las «tragaperras».

Los vecinos relataron ayer que entorno a las 4.30 horas la alarma de uno de los dos establecimientos saltó y que una patrulla acudió hasta esa dirección para comprobar de qué se trataba. Cuando el todoterreno benemérito llegaba un coche salió huyendo a toda velocidad, y todo parece indicar que los delincuentes se encontraban en el interior. Los dos bares presentaban la puerta de acceso forzada y cuando los funcionarios entraron hallaron signos inequívocos de que «alguien» había estado muy recientemente allí.

Las máquinas estaban reventadas y el dinero de los cajetines había «desaparecido». Los dos establecimientos se encuentran abiertos al público también en agosto, con el horario de un 'pub' normal, y los ladrones esperaron a que estuvieran cerrados para poder actuar con tranquilidad. La Guardia Civil, tras confirmarse que los dos locales habían sido asaltado, montó un dispositivo de búsqueda sospechando que los autores se encontraban en alguna carretera cercana, pero el operativo fue infructuoso y ayer las fuentes consultadas en la Comandancia de Palma informaron de que todavía no se habían practicado detenciones: «Estamos cerca de los delincuentes, pero aún no se puede anunciar su detención», precisaron.

Los expertos en huellas de la Benemérita inspecionaron «sa Mola» y «s'Afluent» en busca de indicios reveladores y parece ser que tuvieron suerte y hallaron ciertos elementos fruto del descuido de los asaltantes. Los dueños de los dos establecimientos fueron informados de lo ocurrido y se les pidió una relación de los daños materiales y de los objetos que echaban a faltar. Luego, parece ser que se desplazaron hasta el cuartel para formalizar la denuncia por el doble robo. Los investigadores creen que los delincuentes conocían los dos 'pubs' porque, posiblemente, habían estado en ellos como clientes, de ahí que tuvieran ubicadas las máquinas de tabaco y «tragaperras», y también supieran cómo acceder al interior.