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Si la situación de ayer hubiese sido real, cientos de cartas y paquetes no habrían llegado a su destino, pero lo realmente importante es que no se hubiesen registrado heridos. Los trabajadores del edificio de Correos de la calle Constitució realizaron ayer por la mañana un simulacro de incendio, en el que participaron los Bombers de Palma y la Policía Local. Sobre las nueve de la mañana saltó la alarma de incendios y se puso en marcha el plan de evacuación y emergencia. Los empleados abandonaron sus puestos de trabajo con rapidez y fueron hasta la Plaça Rosari, a poca distancia del edificio.

De inmediato llegaron al lugar varios agentes de la Policía Local de Palma y efectivos del Cos de Bombers. La policía cortó los accesos a la calle Constitució para evitar que entrasen vehículos y desvió a las personas que paseaban por el lugar. Muchas de ellas se acercaron hasta los trabajadores para preguntar lo que estaba pasando. En el interior del edificio se colocó un bote de humo. Los bomberos entraron por la parte trasera y fueron hasta el punto donde supuestamente se había iniciado el fuego, y solventaron el problema en breve. Una vez se comprobó que todo estaba en orden se dio por finalizado el simulacro.

A continuación, los empleados de Correos fueron regresando a sus puestos de trabajo, y la actividad en el edificio volvió a ser como la de cualquier día. El de ayer es el segundo simulacro de emergencia que realiza Correos en sus instalaciones en dos días. El miércoles por la mañana fueron los empleados del centro postal de es Fortí y de la sucursal urbana los que pusieron en práctica el plan de evacuación. En estas dependencias se encuentra la mayor parte de carteros de Palma. Una vez que sonó la alarma, los trabajadores abandonaron las instalaciones en menos de tres minutos.