«La madre empezó a llorar y gritaba: Basta, basta, para ya. Hubo un momento en que lloraba muy fuerte pero no sé por qué. Luego vino la ambulancia y la policía y la hija mayor del hombre, pero yo me quedé en casa», explicó Norie Bartolomé, la vecina del piso de enfrente, que era la única que estaba en el bloque cuando se cometió el crimen. «Por la mañana, sobre las once, vi al hombre subir a su casa, estaba bastante débil, me saludó y ya no he sabido nada más de él», comentó. Norie Bartolomé, que lleva ocho años viviendo en el tercer piso, frente a la casa de José Iglesias, nunca había «oído nada, creo que era un matrimonio bastante normal y eso que, por ejemplo, la ventana de mi cocina da a la suya y muchas veces nos saludábamos», aclaró.
Una vecina de la finca escuchó cómo la madre le decía a su hija que parara
El hombre que murió apuñalado por su hija fue visto por última vez cuando subía a su casa por la mañana
18/03/03 0:00
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