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El nuevo delegado del Gobierno, Miquel Ramis, realizó ayer su primera visita a tres cuarteles que la Guardia Civil tiene en Mallorca. En esta visita estuvo acompañado por el coronel Cristóbal Santandreu, máximo responsable de la Guardia Civil en Balears. La primera visita se realizó al Puesto del Port de Palma, donde están destinados unos 70 agentes. El máximo responsable del cuartel le explicó al delegado las diferentes labores que se coordinan desde este puesto, desde donde se controla la entrada de los barcos, y la llegada y salida de las mercancías que salen de la Isla.

La segunda visita la realizó en el cuartel de Palmanova, cuyas instalaciones están muy anticuadas. El delegado se dio cuenta de la situación de precariedad en la que están trabajando los agentes destinados en este cuartel, donde sólo el año pasado se instruyeron más de seis mil diligencias judiciales, al encontrarse en una zona donde, sobre todo el verano, el número de habitantes es muy elevado. El cuartel no sólo es insuficiente en cuanto a espacio, lo que provoca un gran hacinamiento tanto entre los agentes como entre las personas que acuden a denunciar algún delito, sino que las instalaciones están muy anticuadas.

El delegado reconoció esta situación, pero anunció que en un plazo de «entre 18 y 24 meses» se habrá construido el nuevo cuartel que estará instalado en el polígono de Son Bugadelles, y agradeció la colaboración del Ayuntamiento de Calvià. La última visita fue al cuartel de Andratx, donde destacó las nuevas viviendas. Miquel Ramis explicó que el motivo de estas visitas a estos tres cuarteles era su interés por conocer de cerca las condiciones en las que están trabajando los agentes de la Guardia Civil, que dependen de la Delegación del Gobierno, así como conocer las diferentes unidades del Cuerpo y el trabajo específico que desarrolla cada una de ellas.