El autor del secuestro era un hombre de 20 años edad, de
nacionalidad albanesa, que por la mañana debía comparecer en un
juicio por robo con asalto. Según la policía, el hombre ya estaba
en posesión de un arma cuando se encontraba en la sala del Tribunal
y la utilizó para desarmar al guardia de seguridad presente en el
juicio. Acto seguido, el acusado tomó como rehén al fiscal,
mientras que el resto de los presentes logró huir.
El secuestrador, conocido por su carácter violento, solicitaba
establecer contacto con otro sospechoso que se encontraba en la
prisión, amenazando con matar a su rehén. Así se lo comunicó a los
mediadores de la policía que hablaron con él por teléfono, hasta
que se oyó un tiro en el interior de la sala, momento en el que el
equipo policial decidió entrar. Inmediatamente se produjo un
tiroteo que se saldó con la muerte del autor del secuestro y con su
rehén herido, aunque estaba fuera de peligro.
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