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EFE-ALEMANIA
Un caso de canibalismo con supuesto consentimiento de la víctima ha sacudido Alemania tras conocerse que un vecino de Rotenburgo del Fulda, ex sargento del Ejército, se dedicaba a buscar por Internet a hombres dispuestos a morir y dejarse comer en una especie de ritual sangriento.

Las excavadoras continuaron ayer su tarea en el jardín de la vivienda del detenido, en esa pintoresca localidad del Estado federado de Hesse (centro de Alemania), en busca de restos humanos, después de que el miércoles se encontraran algunos que aparentemente pertenecen a una víctima, un berlinés de 42 años. El brutal suceso ocurrió en la primavera del año pasado -y no de 2000, como se informó al principio- cuando Bernd Jürgen B., ingeniero diplomado y fumador compulsivo, se pidió un día libre en el trabajo para arreglar «asuntos privados» y viajó a la citada localidad para encontrarse con el presunto caníbal.

Armin B., de 41 años, vive en un barrio periférico de la localidad, en una casa antigua de grandes dimensiones que compartió con su madre, con quien vivió en los últimos años hasta que ella murió y que, según informaciones recogidas en el lugar de los hechos por la cadena de televisión N-TV, tenía un carácter muy dominante.

Según esa misma fuente, el sospechoso había cerrado algunas de las habitaciones y la muerte de su madre le convirtió en un tipo reservado al que varios vecinos han descrito, sin embargo, como «muy educado, bien vestido y cordial». El presunto caníbal fue detenido el miércoles y firmó una confesión completa sobre el brutal crimen en la que asegura que la víctima le dio su consentimiento para matarlo y comérselo.

En el primer paso del sangriento ritual, que tuvo lugar en un sótano de la casa convertido en una especie de matadero, el caníbal le cortó el pene a su víctima y ambos se lo comieron mientras una cámara de vídeo recogía la escena. Después, Armin M. lo mató de varias puñaladas y cortes en el cuello, lo colgó cabeza abajo, lo destripó y lo cortó en trocitos, algunos de los cuales enterró en el jardín, mientras que el resto los congeló para ir comiéndoselos en los meses siguientes.