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El juicio contra dos ciudadanos marroquís acusados de violación se suspendió ayer al no presentarse dos de los testigos que la defensa consideró que eran necesarios para esclarecer los hechos. En principio, el fiscal pedía una pena de 44 años de cárcel para cada uno de los dos acusados de violar supuestamente en repetidas ocasiones a una joven en un descampado del Port d'Alcúdia a finales de julio de 2001. El fiscal pedía en sus escrito de acusación trece años para cada uno de los sospechosos por cada una de las tres violaciones de las que eran acusados y cinco años de prisión por haberla retenido en contra su voluntad.

No obstante, la joven dijo ayer durante el juicio que fue sólo uno de los dos acusados quien abusó de ella sexualmente, mientras que el otro estaba fuera del vehículo «riendo y fumándose un porro». La joven sostuvo que los dos marroquís la obligaron a introducirse en un coche, la llevaron a un descampado de la zona y uno de ellos la «penetró vaginalmente» y le quiso obligar a hacerle una felación. Los abogados de los sospechosos solicitan que sean absueltos al considerar que los dos acusados son inocentes y la joven ha incurrido en numerosas contradicciones.

Durante la vista de ayer, en la Sección Segunda, recordaron que en un primer momento ante la Guardia Civil denunció que fue violada «repetidas veces por los dos individuos, días después dijo que sólo fue una vez cada uno» y ayer afirmó que «fue uno solo el que la violó y el otro no». La víctima trabajaba en un local de comida rápida del Port d'Alcúdia. Los sospechosos la dejaron en la zona comercial del Port d'Alcúdia, donde la encontró una amiga «con el vestido girado, dando tumbos» y le dijo que le habían «hecho de todo».