Tormentas y tornados golpearon el este de Estados Unidos durante el
fin de semana, dejando al menos 35 muertos y 150 desaparecidos,
según un balance provisiorio divulgado este lunes por las
autoridades locales. El servicio de meteorología nacional mantiene
la alerta a los habitantes de los Estados de la costa este,
aconsejándoles permanecer en sótanos o subsuelos. La cifra
establecida no cesaba de aumentar mientras los socorristas
continuaban sus trabajos, y la televisión emitía el mismo
espectáculo en varias regiones: casas dañadas, autos destrozados y
árboles caídos.
Los tornados y tormentas especialmente afectaron a los estados
de Tennessee, Alabama, Ohio y Kentucky. Pero las tempestades
llegaron hasta Pensilvania, en el norte, y el Golfo de México, en
el sur. «Actualmente registramos 17 muertes y 60 personas
hospitalizadas, tres de ellos con su vida amenazada», indicó Cecil
Whaley, portavoz de la Agencia de Emergencia de Tennessee, un
estado del centroeste afectado por al menos siete tornados
diferentes.
«Ciento cincuenta personas aún están desaparecidas,
principalmente en las áreas del condado de Anderson y del condado
de Mossy que están muy aisladas, en áreas rurales sin electricidad
y sin teléfono por lo que nos es muy difícil ubicar a la gente»,
agregó. Luego que se despejaron un poco los cielos, los
helicópteros comenzaron a sobrevolar las zonas siniestradas.
«Tenemos expertos en búsqueda y rescate, pero como en el desastre
del World Trade Center (en Nueva York) queremos ser realmente
cuidadosos al revisar los escombros para no pasar por alto a
ninguna persona«, agregó Whaley.
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